Durante casi 40 años, en casi 50 países, hemos liderado la lucha mundial contra el hambre. Salvamos las vidas de los niños y sus familias. Estamos allí para ellos antes y después del desastre. Permitimos que la gente se provea, vea a sus hijos crecer fuertes y que comunidades enteras prosperen. Constantemente buscamos soluciones más eficaces, mientras compartimos nuestros conocimientos y experiencia con el mundo. Impulsamos un cambio a largo plazo. Nunca nos rendiremos. Hasta que el mundo esté libre de hambre.
Nuestros esfuerzos globales ahorran cientos de miles de vidas cada año, pero millones de niños desnutridos siguen necesitando tratamiento para salvar vidas. Únase a nosotros hoy y ayude a salvar una vida.